jueves, 20 de octubre de 2011

Los utensillos


Para un evento protocolar el orden de entrada de los alimentos es fundamental y debe seguir este orden: entremeses o entradas suaves, el plato principal, postre, quesos y frutas.
Cada alimento también tiene sus normas para poder tomarlos, porcionarlos y comerlos.
A continuación te enseñamos algunas técnicas:
Consomés y Sopas: Las sopas, caldos, consomés y cremas se toman con cuchara. Si el consomé se sirve en una taza con azas, éste se puede beber directamente de la taza siempre teniendo la precaución de no dejar dentro la cuchara.


Verduras: Las verduras y ensaladas se toman con el tenedor. Son pocas las excepciones, como por ejemplo los alcauciles, que se toman con las manos quitándo hoja por hoja hasta llegar al corazón. El cuchillo se usa en caso de necesitar cortar las verduras al dente o como ayuda para montar los alimentos al tenedor.

jueves, 13 de octubre de 2011

Cómo comportarse según la ocasión


Entre las normas protocolarias podemos mencionmar lo siguiente: "a un miembro de la Casa Real se le saluda con una leve reverencia". Pero seguramamente, la mayoría de los mortales no realizará jamás en su vida, es mucho más conocida otra que sucede día a día: nunca se saluda con las gafas de sol puestas.
Y es que las reglas de protocolo han traspasado la línea del mundo empresarial o diplomático para instalarse en la vida cotidiana. Ahora, ¿Cuáles son las claves de la "perfecta educación" ?

Dos hombres jamás se saludarán con besos en la mejilla, a no ser que sean padre e hijo. Claro que de acuerdo al entorno cultural depende el saludo. Prohibido hablar de sexo, política, religión o fútbol con un interlocutor desconocido. Modular la voz. Dirigirse a la otra persona, siempre, de usted. Acudir a la cita con la máxima puntualidad. No conversar con la boca llena. Evitar las malas palabras y estudiar el vestuario al detalle, dependiendo de la ocasión. En las bodas, el típico "que se besen, que se besen" pasó a la historia y si el arroz se sustituye por burbujas de jabón, mucho mejor.

El protocolo ha ido más alla del mundo empresarial para cobrar importancia en las relaciones entre las personas. Las empresas cuidan cada día más su imagen ¿será que la imagen vende entonces? Si. En cualquier acto o evento que se precie, todo debe salir perfecto ¿será que somos perfeccionistas o exitistas? Si. Desde que se abra la puerta hasta que se sirva el catering o se pronuncien los discursos. Pero en el día a día... ¿necesitamos saber las claves del protocolo? "Definitivamente, sí".
La imagen es todo. Si, es todo. Y es que compartir una velada con alguien que no cumple algunas normas "básicas" del protocolo dice "mucho de esa persona". Sin embargo, insistimos en que se trata de normas "sencillas" que están incluidas en el "manual básico de la buena educación", y creo que todos hemos sido bien educados, solo que hay una diferencia, hay que ver cun bien hemso aprendido.

El saludo.
Cuando saludamos por primera vez a una persona siempre le debemos dar la mano. Los besos en la mejilla tan sólo los utilizaremos cuando tengamos "mucha confianza con el interlocutor". Sin embargo, la experta en protocolo fija la atención en la manera de tender la mano. Un apretón firme "potenciará la confianza y el respeto". Si al dar la mano, ésta se mantiene flácida, "nuestro interlocutor entenderá que somos débiles y que no sabemos comportarnos". "Debemos hacerlo con firmeza y aguantando el saludo unos segundos", añade. Y puntualiza: "pero tampoco se trata de romperle la mano a nadie".

Los besos sólo se utilizarán "cuando exista una confianza evidente" y jamás entre dos hombres, a excepción de que sean familia "porque nadie puede negar que un padre y un hijo se besen". La tendencia paraguaya de saludar con dos besos a todo aquel que entre en una presentación queda "completamente fuera de la línea protocolaria". Además, otro punto fuerte del saludo: siempre hay que mirar a los ojos. Aunque se tenga el sol de cara y las gafas de sol sean graduadas "hay que quitárselas y mirar a los ojos a quien estamos saludando". Y eso, es "más educación que protocolo".

¿De usted o de tú?
Para cumplir con las normas de protocolo siempre hay que dirigirse de usted al resto de los acompañantes. Sean de la edad que sean. Y tenga uno la edad que tenga. Es decir, que un señor de 70 años tutee a uno de 35 incumple el protocolo. Y viceversa. Sólo pasaremos al tuteo cuando nos lo indique expresamente el interlocutor. Jamás antes, por raro que nos parezca.

Puntualidad
Existe una premisa en el protocolo clara: jamás hay que hacer esperar. Ni cinco, ni diez minutos. Nuestra imagen dejará mucho que desear. Hay que prever el tráfico o los imprevistos si vivimos lejos. Nada debe hacer que seamos impuntuales. No hay excusa para llegar tarde.
Móvil apagado
En cualquier acto social que se precie hay que apagar el móvil. No hay peor imagen que la de alguien hablando por el teléfono mientras su interlocutor espera mirando hacia los lados, y sin saber qué hacer. Incluso en una cena con amigos. ¿Tan necesario es estar siempre conectado cien por cien? Hemos vivido años sin teléfono celular y deberíamos acostumbrarnos a que sea una herramienta de trabajo que no interrumpa nuestra vida social. Por supuesto el móvil debe estar apagado en el cine, teatro y actos varios. Que moleste la melodía es un signo inequívoco de mala educación.

La conversación
El protocolo asegura que para crear un "buen ambiente" no hay que establecer una conversación que pueda incomodar al interlocutor. Por ello, hay que evitar hablar de política, religión, sexo o fútbol, en un primer encuentro. No sabes cómo es tu interlocutor, ni que piensa. Por ello evitaremos conversaciones conflictivas que generen discusión. No queremos discutir. Podemos hablar de algo tan sencillo como hablar del tiempo. Lo cierto es que ayuda a romper el hielo. A partir de ahí ya podemos preguntarle cosas sobre su persona: de donde es, en que trabaja, si tiene hijos.... Además,debemos hablar "de manera pausada", modular la voz y "no monopolizar la charla. Todos deben participar".

En la mesa
Los codos encima de la mesa están "terminantemente prohibidos". "Jamás los apoyaremos. Buscaremos otras posturas pero es una clave del protocolo que no podemos olvidar".  Uno de los comportamientos más usuales que rompen el protocolo es hablar con la boca llena. Y eso pasa, dando una imagen nefasta. No hay que empezar a comer hasta que todo el mundo tenga la comida servida y hay que utilizar los cubiertos correctamente. Si hay que llamar al camarero se hará con un leve gesto con la mano.




Las presentaciones
Cuando se trata de presentar a dos personas, primero se anuncia al de menor edad. El protocolo también ha evolucionado y ahora las mujeres ya no tienen que esperar a ser presentadas por un hombre, y también ellas pueden relacionarse y presentar al resto.

El anfitrión
Si se trata de ser el anfitrión de una fiesta o un acto, la clave es "pensar en lo que quieres ofrecer y en lo que le gusta a tus invitados". En función del número de personas y del motivo de la celebración "organizaremos una cena en casa o en un restaurante. Hay que pensar en todo. Incluso en si podrán estacionar con facilidad".

Saber vestir
Es fundamental y hay que hacerlo "con gusto". Las mujeres, cuando lleven falda o vestido, "lucen las piernas y deben llevar un tacón alto. Nada de ir plana ni con 'taconcito' cuadrado". Los hombres, llevarán chaqueta en las bodas y frac en los "grandes eventos". Los hombres jamás llevarán pantalón corto ni se cubrirán la cabeza con gorro o sombrero.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Su aplicación - Oficial y Social

 
El protocolo tiene que complementarse para cubrir todas las necesidades que requieren el conjunto de actividades que tienen lugar cuando en los actos oficiales se realizan otra serie de actividades que se deben regular y organizar.
El Protocolo se puede definir como el conjunto de normas y disposiciones legales vigentes que, junto a los usos, costumbres y tradiciones de los pueblos, rige la celebración de los actos oficiales y, en otros muchos casos, la celebración de actos de carácter privado que toman como referencia todas estas disposiciones, usos, tradiciones y costumbres. Pero el protocolo tiene que complementarse para cubrir todas las necesidades que requieren el conjunto de actividades que tienen lugar cuando en los actos oficiales se realizan otra serie de actividades que se deben regular y organizar. Las actividades públicas que realizan las autoridades tienen más componentes que el mero protocolo.

Por lo tanto hay que buscar otros conceptos que sirvan de complemento al campo del protocolo. Y por ello surgen términos como etiqueta o ceremonial, entre otros. Etiqueta es "el ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se debe guardar en las casas reales y en actos públicos solemnes" o bien "la ceremonia en la manera de tratarse las personas particulares o en actos de la vida privada, a diferencia de los usos de confianza o familiaridad". Y ceremonial es "el conjunto de formalidades para cualquier acto público o solemne" y se asienta sobre la sólida base del principio jurídico de la igualdad natural de los estados.

Este conjunto de términos, protocolo, etiqueta y ceremonial, nos dan las bases fundamentales para la preparación, organización y ejecución tanto de actos oficiales como de actos privados. No obstante, cuando hablamos de protocolo se puede dar por sentado que, en muchos casos, nos estamos refiriendo a estos tres términos cuando hablamos en general del Protocolo (con letras mayúsculas). El término protocolo ha absorbido en sí mismo las tres acepciones dadas anteriormente y por la tanto suele ser representativo de las tres definiciones dadas con anterioridad. Aunque no debemos olvidar que cada término tiene su propio significado y función.

El prestigioso profesor y experto en protocolo Señor Bilirrubinas define al protocolo con dos palabras: es una ciencia y un arte. Una ciencia que trata temas referentes a la diplomacia, la historia, la heráldica, etc. y un arte que trata de conjugar la armonía, la estética, el estilo, etc.

Para otro de los grandes autores y experto en protocolo, Don José Antonio de Urbina, el protocolo es el arte y la técnica de crear las formas necesarias para que la acción del Estado se realice dentro de unos términos o cauces adecuados, en lo que a las necesidades del Estado requiere en la organización y desarrollo de los actos.

El protocolo, como término concentrador de otros afines, se puede definir como el conjunto de técnicas (basadas en normas, leyes, usos y costumbres) necesarias para la correcta organización y desarrollo de actos, bien sean públicos o privados, y la buena consecución final de los mismos.

Tal y como se indica a muchos de nuestros consultantes, el protocolo, salvo el aplicado basado en la ley para los actos oficiales, no impone sino que aconseja y da unas pautas básicas a seguir si se desea la correcta organización y desarrollo de un acto. El protocolo oficial o legal (basado en normas y leyes) queda reducido al ámbito de la Corona, el Gobierno, las Administraciones del Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales.

No quita que en el resto de actos organizados por empresas, instituciones, colectivos, etc. sea una base fundamental y punto de referencia esta normativa, pero no es de obligado cumplimiento. En este caso el "protocolo" a seguir, los órdenes de precedencia, las presidencias, etc. son responsabilidad de sus organizadores que pueden "crear" su propia estructura y sus propios desarrollos para actos determinados.

No obstante, hay que hacer hincapié en que no se debe abusar de una excesiva reglamentación en los actos privados, sobre todo si a los mismos no acuden autoridades. Todo acto tiene que llevar una buena organización, pero sus esquemas no deben dar rigidez al acto, dejando a criterio de los organizadores hacer disposiciones que pueden ser poco habituales, pero que ellos puedan considerar de interés por determinados parámetros o características del encuentro. Una aplicación racional del "protocolo" hará más sencillo y más "llevadero" un acto privado que no tiene por qué ser un complicado enmarañamiento de estrictas normas a seguir durante el mismo, con la consiguiente incomodidad para los invitados.

En resumen, los esquemas organizativos de un acto, no deben condicionar de una manera excesiva a los invitados y sus actuaciones (tanto en actos oficiales como en actos privados).

martes, 11 de octubre de 2011

Asentando las bases

Una de las labores que le corresponden a las Relaciones Públicas es el ceremonial y protocolo. Para poder entender más ampliamente lo que queremos transmitir, debemos asentar las bases, definiendo los términos que nos convocan.

Definiciones:

Ceremonial: La categoría ceremonial proviene de la expresión latina ceremonia ("ceremonia"),
que significa: 1."veneración"; 2. "forma exterior para dar culto a las cosas divinas o reverencias y honor a las profanas"; y 3. "cumplido, ademán de cortesía"; por lo que la palabra ceremonial sintetiza: A) el conjunto de formalidades que hay que efectuar para llevar a cabo cualquier acto público y solemne de veneración o culto.
 B) el libro en que están inscritas las ceremonias.
Para Labariega Villanueva, ceremonial en sentido estricto es "el ambiente en el cual tienen lugar las relaciones pacíficas entre los estados de tal modo que se cree y acondicione, debidamente."
Lo que nos debe quedar claro es que el ceremonial no sería viable sin el conjunto de normas, usos, costumbres y tradiciones que se aplican para la organización de estos actos, y es precisamente a esas normas a lo que se conoce como protocolo.

Protocolo: (del lat. protocollum y éste del griego protos) M. Serie ordenada de escrituras matrices y otros documentos que un notario o escribano autoriza y custodia con ciertas formalidades; /2. Acta o cuaderno de actas relativas a un acuerdo, conferencia o congreso diplomático; /3. Regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto acostumbre'; /4. Plan escrito o detallado de un experimento científico, un ensayo clínico o una actuación médica.

Protocolo es un término que se deriva de dos palabras griegas: protos, que quiere decir "lo que va antes de...", "lo que precede a...", "lo que se hace o se coloca primero", "lo primero"; y de kollos que indica la acción de "adherir dos o más cosas con cola de carpintero", "engomar", "encolar", "pegar", etc.
Al respecto el protocolista Labariega Villanueva en su obra Derecho diplomático nos expone: "Protocolo es la codificación de las normas que son destinadas a asignar a cada cual las prerrogativas e inmunidades correspondientes, según su derecho". Para Muñoz Vargas "es la forma operativa de aplicar el ceremonial".

Entonces, la misión importante del Ceremonial y Protocolo consiste en que son un elemento de orden creado para evitar fricciones y resolver las divergencias que de otro modo pudieran surgir en las actividades oficiales. Consiste en un conjunto de fórmulas impuestas por la experiencia y que reglamenta las relaciones entre altas autoridades y personalidades locales en las ceremonias y actos oficiales, de acuerdo con el principio de igualdad jurídica de las instituciones, asegurando a cada uno de los participantes las prerrogativas a que tiene derecho.

Etiqueta: (del fr. étiquette). f. Ceremonial de los estilos, usos y costumbres que sed eben guardar en las casas reales y en actos públicos solemnes; /2. Ceremonial en la manera de tratarse las personas particulares o en actos de la vida privada, a diferencia de los usos de confianza o familiaridad; /3. Marbete CI/ rótulo y cédula que se adhiere a los equipajes); /4. Marca, señal o marbete que se coloca en un objeto o en una mercancía, para identificación, valoración, clasificación, etc.
La etiqueta no debe tener ese sello elitista que por lo general se le atribuye. La etiqueta, sencillamente, abarca un conjunto de normas para hacer las cosas en forma correcta y de manera más fácil; es la expresión formal de los buenos modales que son imprescindibles para que todos podamos vivir en sociedad.